¿Qué es la tecnología cívica?
¿Has escuchado el término tecnología cívica? Cuando juntamos a la tecnología con la participación tenemos la tecnología cívica, es decir, todos aquellos proyectos tecnológicos que hacen posible la participación ciudadana para mejorar el bienestar social, construir un mejor país y facilitar los procesos de comunicación y participación entre ciudadanas y ciudadanos, así como entre éstos y sus gobiernos.
La tecnología cívica se refiere a cualquier desarrollo tecnológico (plataforma web o aplicación) que busca mejorar la articulación entre y desde la ciudadanía para solucionar problemas sociales. Se trata de utilizar las herramientas tecnológicas en beneficio de la sociedad con el objetivo de vincular a la ciudadanía con las decisiones que se toman en el ámbito público. Estas herramientas están rompiendo con las actividades más tradicionales de participación y están permitiendo crear nuevos canales de comunicación y contacto entre instituciones y ciudadanía.
La tecnología cívica tiene dos objetivos fundamentales. Primero, promover que los gobiernos sean más abiertos, es decir, que transparenten sus decisiones y procesos, que la ciudadanía pueda monitorear sus actividades, que todos los datos sean públicos y que la gente pueda libremente tener acceso abierto a ellos, entre otras actividades. El segundo, mejorar las relaciones sociales y crear comunidades, por ejemplo, facilitando que las personas levanten denuncias, que se identifiquen unas a otras para poder luchar por causas, que puedan hacer preguntas sobre el funcionamiento del gobierno o se organicen para perseguir un fin común.

Sabías que...
En 2013 se inició un proyecto de tecnología cívica que se planteó como objetivo mapear las villas de la Ciudad de Buenos Aires, que no existían en los mapas de Google Maps o que aparecían como espacios grises o verdes. Al no estar en el mapa, es como si no existieran, por tanto, estas comunidades no tenían manera de visibilizar sus problemas o denunciar la vulneración de sus derechos. Esta plataforma realizó los trazados urbanos de todas las villas de la ciudad de Buenos Aires y, con ello, visibilizó los problemas que padecía el 10 por ciento de la población de la ciudad.
Este proyecto se convirtió en una herramienta útil para el diagnóstico comunitario de prestación de servicios, monitoreo y control de obras públicas y en 2017 fue premiado como “la mejor tecnología social latinoamericana” en el concurso de Tecnología Social 2017 de la Fundación del Banco de Brasil.
Ahora, ¿para qué sirve todo esto? En muchos casos se vuelve más accesible el cumplimiento de necesidades de distintas demandas y sectores y las personas pueden emplear las herramientas tecnológicas para mejorar su relación con el gobierno, exigir respuestas y organizarse en comunidades digitales para perseguir un objetivo común. Entonces, ¿Cuáles son los beneficios que tienen los proyectos de tecnología cívica?
-Facilitan el empoderamiento de la ciudadanía.
-Hacen más accesible el cumplimiento de necesidades de distintos sectores.
-Favorecen la transparencia.
-Impulsan la posibilidad de generar redes colaborativas.
-Permiten a la ciudadanía generar información (ser emisores).
-Facilitan los procesos de comunicación.
-Mejoran el funcionamiento de los gobiernos.
-Contribuyen a mejorar el desarrollo socioeconómico.
En resumen...
La tecnología cívica consiste en la utilización de los desarrollos tecnológicos en favor de la participación social.
La tecnología tiene dos objetivos: promover la apertura de los gobiernos a la sociedad y mejorar las relaciones sociales a través de la creación de comunidades.
Los proyectos de tecnología cívica permiten hacer mejoras en la sociedad, empoderar a la ciudadanía, fortalecer los procesos de transparencia y mejorar el funcionamiento de los gobiernos.

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